De nuevo este año me desplacé hasta Mollina para participar en las jornadas Tierra de Nadie (TDN). Las TDN tienen una merecida fama de ser una de las jornadas de referencia en el panorama nacional. Y todo ello es solo posible gracias al ingente esfuerzo de organización y coordinación de todo el equipo que las preparan que año a año demuestran que tienen una elevada capacidad para hacerlo. Para que os hagáis una idea, de la pasada edición a la actual el número de participantes ha aumentado en más de 100 personas. Y un aumento de ese calibre se ha asumido sin ninguna incidencia. No es una tarea fácil y sin embargo lo han conseguido. Así que antes de continuar, me siento obligado a agradecerles su labor a ellos y a todas las personas que ofrecen voluntariamente actividades.
Otro aspecto realmente interesante de las jornadas es que han sido capaces de provocar que mucha gente de referencia en el panorama nacional acuda (y no refiero a blogs, podcast o videoblogs) si no a editores, creadores, dueños de tiendas, además de un sinfín de roleros, con blog o sin él, con un elevado criterio. Las jornadas sirven para ponerle cara a mucha gente, establecer contactos y poder intercambiar ideas de forma sosegada.
El sinfín de actividades permiten pasarte el día jugando, debatiendo o asistiendo a presentaciones y hay quien lo aprovecha al máximo. Yo personalmente me lo tomo con más calma. Aunque juego, aprovecho para conversar con amigos (mayoritariamente sobre rol) y temas más o menos relacionados. Hagas lo que hagas, lo cierto es, que en cualquier habitación, sala de juego, el pabellón de las tiendas, la piscina e incluso fuera del recinto hay un ambiente maravilloso para el intercambio de ideas y no creo que nadie regrese de las TDN sin alguna nueva.
No os voy a hacer un repaso de las actividades en las que participé, que probablemente no os interesan demasiado. Pero sí que me gustaría compartir varias de las reflexiones que más me llamaron la atención dentro de las conversaciones en las que participé. Os hago un pequeño desglose de lo que quiero hablar: La importancia el social media, La edad de oro del rol español, Los proyectos conjuntos, el crowfunding y las licencias abiertas. Probablemente me va a llevar varios posts para desarrollarlos todos.
LA IMPORTANCIA DEL SOCIAL MEDIA:
No os voy a descubrir nada si os digo que de cara a promocionar tu trabajo, (como creador, vendedor, editor, etc.) el social media es crucial. Casi todo el mundo cree que entiende cómo gestionarlo, pero en realidad es más complicado de lo que parece. Y el uso de la propia capacidad de comunicación puede marcar la diferencia tanto positivamente como negativamente. No soy experto en el tema, pero me gustaría comentar algunos aspectos sobre los que reflexionar.
La importancia del perfil personal: La gente quiere seguir a personas, más que a juegos o instituciones (editoriales, tiendas etc.) Quiere identificarse con ellos y conocerlos. Y aprovechar las jornadas para conocerlos directamente. Si vas a promocionar algo siempre es mejor que tengan tu rostro y nombre identificado y por eso es mejor que aparezca en el perfil que utilices. Si no, ¿Cómo te van a reconocer para intercambiar alguna idea que seguro que te va a ayudar? ¿Como van a saber que tu eres el autor de ese juego tan molón si tu nick no es el que aparece en los créditos? Durante las jornadas me crucé seguro con varios creadores y no me enteré (o al final me enteré por que me relacioné con gente que sabía quiénes eran) lo que me lleva a la siguiente reflexión: ¿Por qué en los libros aparece la foto de los autores y en los juegos de rol no?
Un perfil personal además te identifica a los demás como una persona y si los demás empatizan contigo implica que la gente asume que es posible que puedas llegar a equivocarte y se sea más indulgente con los errores, al fin y al cabo, todos nos equivocamos. Que se empatice contigo también puede implicar que se te dé una oportunidad en medio de un panorama tan copado de juegos o incluso que se respete más antes de piratearte. (A los “colegas” no se les putea)
La forma de hacerlo puede ser muy diversa, hay quien ha creado una perfil que pese a no representar a una persona individual está completamente asociado a una persona o grupo de personas y su rostro es conocido ampliamente, creo que el mejor ejemplo de ello es La Marca el Este (el uso de la red de su portavoz, Pedro Gil, en mi opinión es un referente).
El perfil personal no se acaba en internet: Aunque parece obvio, no lo es tanto. En un evento con tantas personas como las TDN, con tanta gente activa en la red con sitios personales y redes sociales, hay que cuidar la imagen personal fuera de la red. No se puede participar en polémicas, ni se puede permitir uno ser antipático. Tus clientes (de tu producto o negocio) pueden dejar de serlo por episodios desafortunados, simples rumores o falta de información. (Los agujeros de información, normalmente, solemos llenarlos con las peores ideas de conspiranoia que tenemos en la cabeza) Y al revés, ¿Cuantos de nosotros acudimos a un establecimiento porque nos cae bien el dueño o el dependiente? En eventos de este tipo la gente quiere conocerte, preguntar y conversar. Hay que ser humildes, comedidos, pacientes, cercanos y simpáticos e ir con pies de plomo en todo momento.
LA EDAD DE ORO DEL ROL:
Esta es mi primera incursión en un concepto tan difuso como “la edad de oro del rol” (¿edad de oro respecto a qué? ¿Producción? ¿Calidad? ¿Ventas?) Y no quiero extenderme sobre este tema ni siquiera debatir demasiado. Lo único que me quedó claro es que si es verdad que estamos en una edad de oro es una edad de oro muy española, muy del siglo de oro, donde autores pueden llegar a crear maravillosas obras pero si tienen que esperar a vivir de ellas pueden morir en la miseria, como Cervantes pese a escribir el Quijote.
A lo largo de mi vida muchas personas me han dicho muchas veces que soy una persona antisocial, que no soy majo, y que a este paso me voy a morir solo. Debe ser uno de esos rasgos de carácter que me han acompañado toda la vida, una especie de maldición de la que sin duda no sé librarme.
ResponderEliminarDebido a ello me siento identificado con la descripción mencionada en la segunda parte subrayada, especialmente porque no vi a otros autores antipáticos por el lugar. Bueno, quizá los hubiera, pero yo no los vi, todos parecían ser bastante majos y evitaban entrar en polémicas.
Si es el caso y el respetable Athal Bert considera a mi persona como un ejemplo de los defectos citados... quizá tenga que reconocer mis limitaciones ante él.
Pero ya que me denigro a mí mismo, señalaré otro defecto de mi carácter. Soy absolutamente incapaz de considerar a las creaciones en las que participo como productos, y a los jugadores que puedan acceder a él como clientes. Esa visión mercantilista me desagrada y me deprime. Nosotros ponemos a libre disposición nuestras creaciones (que si eso luego una editorial ya convertirá en productos), y esperamos compartirlo con personas afines. Lo que queremos es que se juegue, no que se compre.
Si resulta que hay personas que no lo juegan porque piensan que soy gilipollas, pues es su criterio, pero creo que el juego puede ser una buena creación a despecho de que su autor pueda ser antipático y quiera participar en las tribulaciones de su época.
Desde mi humilde opinión sería mucho mejor si todos fuésemos más honestos y dijésemos las cosas sinceramente y afrontáramos las antipatías y polémicas, y no estuviéramos condicionados por el "qué dirán", o el miedo a que "no compren mi producto". Aunque quizá me equivoque.
Si nada de esto iba conmigo, pues me disculpo por la intervención. Puede que sea paranoico, pero estoy dispuesto a asumir que me equivoco, cosa que me ocurre.
Hola Verion, gracias por leer y comentar.
EliminarVamos por partes:
Lo primero, no me refería a ti, era una reflexión digamos abstracta, de hecho me inspiró mucho más el buen hacer de algunos como algo a imitar, que señalar las faltas de qualquiera. Y cuando reflexiono sobre alguna cosa trato de intentar ver las dos caras de la moneda. Pero bueno, es lo que tiene internet, que cuando no especificas las cosas surge el malentendido. De hecho, ya en el post hablo de la conspiranoia, y soy el primero en hacerlo ;)
Tu... eres una persona característica como debes saber bien. Estoy seguro que no dejas indiferente y con el poco tiempo que compartimos me voy a abstener mucho de juzgarte por que cualquier juicio no sería justo. E incluso si hubieramos compartido más tiempo, tampoco lo sería, solo sería mi opinión.
Sobre el tema de el término clientes y la visión mercantilista. Bueno, es complicado. Evidentemente cuando hay negocios en las jornadas y gente que se gana la vida vendiendo rol, es evidente que hay clientes. Que no sea tu caso no quiere decir que no lo sea para otros.
Personalmente coincido con tu pensamiento, me gusta lo que dices de tus juegos y tus planteamientos y habían muchos creadores en las jornadas que no aspiran a ganarse la vida con ello si no solo a compartir su pasión y trabajo, y eso me encanta.
Reconozco que debería haber escrito clientes/aficionados, pero al mezclarse creativos y empresas quizás he simplificado demasiado. Mea culpa.
Sin embargo, si que he pensado en ti cuando escribía el post. Tu imagen personal, como bien sabes, llama la atención (joder, no encuentro fácilmente gente más alta que yo y las patillas a lo Lobezno en una cabeza que está encima de las demás te hacen fácilmente identificable) Y sin embargo, estoy convencido que aluien que no pasara por el pabellón (donde estábais con vuestro juego) e interesado en vuestro juego de rol podría haberse cruzado contigo sin saber que estás detrás de Espada Negra para comentarte su opinión o darte ánimos!
Finalmente, lo que dices sobre las antipatías y prejuicios sobre el autor y la actitud respecto al juego, pues si, nos iria mejor si no le hicieramos caso, pero no creo que esté en nuestra naturaleza. Tal como somos solo perdonamos esas cosas cuando alguien ya es un autor consagrado y ha mantenido su boca cerrada durante bastante tiempo, y mientras escribo esto me viene a la cabeza Orson Scott Card, o Frank Miller por ejemplo.
Y puesto que nada iba por ti, y puesto que el comentario aporta al blog, no creo que deba aceptar ninguna disculpa por que no me he sentido ofendido en ningún caso. Un saludo.